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El carbón activado es un tipo de carbón especialmente poroso que tiene la cualidad de atrapar diferentes compuestos como metales pesados, gases, toxinas, algunas proteínas y productos de desecho. Desde 1550 a.C se ha utilizado como una sustancia capaz de purificar tanto el agua y aire como el propio cuerpo humano, gracias a que puede absorber las toxinas existentes tanto en el medio externo como en el cuerpo. Por ejemplo, es utilizado para diversos fines, entre ellos paliar una resaca, reducir el colesterol "malo", evitar intoxicaciones con sustancias venenosas y curar los problemas estomacales. Para entendernos mejor, es una especie de purificante y antídoto dentro del campo de la medicina.
Usos del carbón activado
Antídoto milenario.
Desde hace miles de años se ha utilizado el carbón activado como un antídoto. Gracias a su estructura porosa puede captar en su interior las sustancias tóxicas que han pasado a nuestro estómago sin causarnos el menor daño. Si tomas algún tipo de sustancia tóxica tener carbón activado a mano puede salvarte la vida en un caso de urgencia. En hospitales y servicios de urgencias suelen usarlo para los famosos lavados de estómago. También los animales domésticos pueden beneficiarse de esta propiedad. Básicamente el carbón baja por el tracto digestivo,"atrapa" la sustancia venenosa que todavía no se ha disuelto y como nuestro sistema digestivo no lo absorbe se expulsa rápidamente a través de las heces, impidiendo que el tubo digestivo absorba la sustancia y pase a la sangre.
Por otro lado, también sirve como antídoto contra las picaduras de insectos venenosos como las arañas. Para ello debes mezclar una cucharada de carbón activado en polvo con algún aceite esencial (preferiblemente el de coco) y aplicar una pequeña cantidad sobre la picadura. Si no tienes aceite de coco puedes usar una cucharada de linaza (que además tiene propiedades curativas) o incluso harina o maicena. A continuación tápala con un vendaje y un material que sirva como soporte (cinta adhesiva, tablilla...) y déjala reposar toda la noche, para cambiarlo nuevamente por la mañana.
Elimina los gases.
Por otro lado, también sirve como antídoto contra las picaduras de insectos venenosos como las arañas. Para ello debes mezclar una cucharada de carbón activado en polvo con algún aceite esencial (preferiblemente el de coco) y aplicar una pequeña cantidad sobre la picadura. Si no tienes aceite de coco puedes usar una cucharada de linaza (que además tiene propiedades curativas) o incluso harina o maicena. A continuación tápala con un vendaje y un material que sirva como soporte (cinta adhesiva, tablilla...) y déjala reposar toda la noche, para cambiarlo nuevamente por la mañana.
Elimina los gases.
Si te has pasado comiendo y te sientes desagradablemente lleno e hinchado una buena solución es tomar carbón activo, te aliviará el hinchazón estomacal. Aparte de ser seguro también es más barato que las pastillas digestivas y antiácidos.
Cuida y limpia la piel.
El carbón activado se ha utilizado frecuentemente con un uso estético porque tiene propiedades exfoliantes y elimina las impurezas de la piel. Puedes hacerte tus propias mascarillas mezclando el carbón activado con aceite de almendra, coco u otros esenciales. Así mismo, mezclado con clara de huevo se puede utilizar para hacer tus propias tiras sacaporos, muy efectivas por cierto.
Blanquear la dentadura.
Cuida y limpia la piel.
El carbón activado se ha utilizado frecuentemente con un uso estético porque tiene propiedades exfoliantes y elimina las impurezas de la piel. Puedes hacerte tus propias mascarillas mezclando el carbón activado con aceite de almendra, coco u otros esenciales. Así mismo, mezclado con clara de huevo se puede utilizar para hacer tus propias tiras sacaporos, muy efectivas por cierto.
Blanquear la dentadura.
Puede sonar un poco extraño pensar que puedas lavarte los dientes con carbón, pero lo cierto es que es capaz de quitarte las manchas dentales dejando intacto el esmalte. No hace falta que te cepilles todos los días con él, con que lo hagas dos o tres veces por semana es suficiente. Solo tienes que pasar el cepillo por el carbón y proceder con tu rutina habitual de lavado, en apenas una semana empezarás a notar la diferencia.
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